miércoles, 16 de marzo de 2011

UN CUENTO SOBRE EL PROCESO DE APRENDIZAJE


Un día llegó un joven luchador a una pueblo porque quería aprender Tai Chi Chuan. Le dijeron que por allí enseñaban. Preguntó y le dieron razón de un maestro. Fue a verle y le comentó que quería aprender Tai Chi Chuan

El maestro quiso indagar sobre este viajero para ver cuáles son realmente sus intenciones escuchándole primero:

- Me han dicho que usted es un maestro ¿Cuánto tiempo necesito para aprender bien el arte del Tai Chi Chuan?

- Tres años.

- Está bien.

- ¿Y si trabajara el doble que uno de sus alumnos?

- Pues seis años.

El joven pensando de manera desconcertada, se preguntaba:
¿cómo puede ser, si trabajando el doble tengo que emplear más tiempo?

- ¿Y si trabajo el triple?

El maestro se quedó pensando y le contestó.

- Pues… nueve años

El joven, totalmente desconcertado, no entendía nada y pensaba que aquél viejo se había vuelto loco.

El maestro, viendo el desconcierto de ése joven, le llevó hasta un jardín y le dijo:

- Anda por ese jardín, crúzalo y vuelve.

El viajero cruzó y volvió aún más confundido.
Entonces el maestro le preguntó:

-¿Viste las piedras que adornan el paseo un lado y a otro?

El joven no entendía nada y antes de que respondiera, el maestro replicó: estaban colocadas ahí, ¿verdad?.

-Vuelve a cruzarlo y fíjate bien durante tu camino.

El joven volvió a hacerlo fijándose mejor…y a su vuelta…el maestro le preguntó

- ¿Cuántas flores hay a izquierda y derecha?

Comenzó de nuevo su paseo y las contó.
- Hay 250 respondió

- Bien, y ¿cuántas había blancas, amarillas, azules y rosas?

- Eso no me lo dijo. Tras un tiempo, terminó de contarlas y se volvió a dirigir hacia el maestro, y cuando estaba cerca del maestro, éste le
preguntó, sin dejar que hablase

- ¿Y cuántas hay de esta, esta y esta altura? ¿Pudiste notar su olor? ¿te acercaste para notarlo? Cuando pasaste cerca de aquel árbol... ¿viste los tres pájaros que se posaron en él? ellos desde sus ramas, te estaban observando. ¿Notabas el viento en tu cara y que dirección llevaba? ¿Escuchabas tus propios pasos al caminar?

Aquel desesperado joven no sabía qué decir… El maestro continuó preguntándole y al final, viendo la confusión del viajero, explicó:
El Tai Chi Chuan es como el jardín, hay que descubrir poco a poco y sin prisa, para ir degustándolo. Hay que practicar viviendo el presente sin buscar el final. Respetar el entrenamiento de otros y perseverar para mejorar día a día

Para el joven, había comenzado su primera sesión de Tai Chi Chuan…

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Fuente: http://www.foroartesmarciales.com/f32/cuento-aprendizaje-5728/#ixzz1Gnl7ZgE5
http://www.foroartesmarciales.com

domingo, 13 de marzo de 2011

Entrenamientos de Tai Chi Chuan en Sabado.


El sábado, 19 de marzo de 10:00 a 14:00 horas.

Entrenamiento de Forma Larga.
Asociación Método Silva, C/ Independencia 5, 1º izq. (Valladolid).
Precio 12 € alumnos, 22 € no alumnos. (Grupos limitados)

jueves, 10 de marzo de 2011

El picador de piedra

 El picador de piedraPor: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio
Cuenta la leyenda que un humilde picador de piedra vivía resignado en su pobreza, aunque siempre anhelaba con deseo convertirse en un hombre rico y poderoso. Un buen día expresó en voz alta su deseo y cuál fue su sorpresa cuando vio que éste se había hecho realidad: se había convertido en un rico mercader.
Esto le hizo muy feliz hasta el día que conoció a un hombre aún más rico y poderoso que él. Entonces pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido. Al poco tiempo se cercioró de que debido a su condición se había creado muchos enemigos y sintió miedo.
Cuando vio cómo un feroz samurai resolvía las divergencias con sus enemigos, pensó que el manejo magistral de un arte de combate le garantizaría la paz y la indestructibilidad. Así que quiso convertirse en un respetado samurai y así fue.
Sin embargo, aún siendo un temido guerrero, sus enemigos habían aumentado en número y peligrosidad. Un día se sorprendió mirando al sol desde la seguridad de la ventana de su casa y pensó: "él si que es superior, ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por encima de todas las cosas. ¡ Quiero ser el sol !".
Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su camino entorpeciendo su visión y pensó que la nube era realmente poderosa y así era como realmente le gustaría ser.
Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le arrastraba con su fuerza, la desilusión fue insoportable. Entonces decidió que quería ser viento. Cuando fue viento, observó que aunque soplaba con gran fuerza a una roca, ésta no se movía y pensó: ¡ ella sí que es realmente fuerte: quiero ser una roca ! Al convertirse en roca se sintió invencible porque creía que no existía nada más fuerte que él en todo el universo.
Pero cuál fue su sorpresa al ver que apareció un picador de piedra que tallaba la roca y empezaba a darle la forma que quería pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar y le llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no era tan mala y que deseaba de nuevo volver a ser el picador de piedra que era en un principio.
Publicado en la Revista El Budoka-

domingo, 6 de marzo de 2011


TaiChi Chuan es un arte donde todos los principios de otras artes marciales están puestos del revés. Ellos practican rápido, nosotros practicamos lento. Ellos practican con dureza, nosotros practicamos con suavidad. La relajación se asienta en el mas profundo corazón del Tai Chi Chuan.

El Tai Chi Chuan proviene de la nada, si usted está enfatizando constantemente “algo” que usted tiene, se encuentra en el camino equivocado.

 

Reflexiones sobre Tai Chi

Por lo general la mayoría de las personas encaran cada día, sin tener un minuto para uno mismo.
Vamos siempre a toda prisa. Hacemos una cosa, pero nuestra mente esta pensando en otra. En qué es lo que he dejado de hacer, en cual tengo que hacer después, de tal manera que nunca o casi nunca estamos en el AHORA por que siempre estamos, mirando hacia atrás o mirando hacia delante.

Tai Chi nos propone otra manera de afrontar cada día. Nos enseña que debemos auto-explorarnos y vigilarnos constantemente, porque solo de esa manera seremos conscientes de las señales que nos envía nuestro cuerpo. Aquellas a las que nunca prestamos atención, excepto cuando viene un problema serio. Es entonces cuando nos lamentamos de nuestra mala suerte.
En Tai Chi una parte importante de su practica consiste, en estar alerta, siempre presente en el AHORA, siempre chequeando y vigilando nuestro cuerpo, siempre relajando nuestra mente, de tal manera que nuestro cuerpo se hace un verdadero universo de sensaciones corporales.
Así seremos capaces de sentir donde estamos más rígidos, donde hace falta relajación, cuándo se nos queda la respiración entrecortada y cuándo tensamos la musculatura. Puedo notar como se ablanda y se relaja totalmente mi cuerpo, de tal manera que siempre puedo estar más relajado, siempre puedo explorar más profundamente, y notar como algunas partes u órganos, de los cuales no era consciente, empiezan a despertar y empiezo a saber interpretar las señales que envían.
Así con “la practica” mi cuerpo se desatasca y se desarrolla. Puedo notar como hay alimentos que me apetecen mas que antes, o que determinados comportamientos sociales dejan de apetecerme (fumar, dietas insanas, etc.) o que hay cosas que me resultan mucho más placenteras porque simplemente las disfruto más, estoy más presente en ellas que antes.

Tai Chi es un método de acercarse a uno mismo, sin puentes ni murallas.
Debemos aprender a dejar de lado, armaduras y corazas que nos aíslan del exterior. Solamente soltando, relajando, podemos aspirar a lo que nos propone esta filosofía de vida.
El verdadero adversario, la verdadera lucha esta dentro de uno mismo. Decía un gran maestro de este Arte:
“Cuanto más te relajes, menos miedo tendrás. No importa lo que suceda a tu lado, se puede hundir el mercado bursátil, puede que pierdas todas tus pertenencias, sobre todo ello, nada puedes hacer, lo único de lo que eres totalmente responsable es de la respuesta que des a todas esos acontecimientos. Solo relájate.”

Y que decir del empuje de manos, si ya es difícil relajarse, dejar que los principios del Tai Chi funcionen en solitario, cuando lo hacemos en pareja...
Otra vez volvemos a empezar. A soltar, y relajar, a olvidarnos de nuestro compañero de practica, a no pensar que técnica queremos hacer o que nos va a hacer. Solo debemos estar AHÍ relajándonos, olvidándonos de que tenemos alguien enfrente.
El camino de un practicante de Tai Chi, es siempre complejo. Cuando conseguimos algo, cuando creemos que “lo tenemos” siempre aparece un compañero, o una nueva situación personal, ante la cual nos tensamos. Entonces debemos revisar todo otra vez y vuelta a empezar.
Pero en todos esos momentos, siempre se crece y todo ello va dejando en nuestra “practica” esas pequeñas gotas de sabiduría, que hace que nuestra progresión vaya adelante.
Lo principal en esos casos es no desanimarse y ver siempre de donde venimos, donde estamos en este momento, y donde queremos ir.

Decia el gran Maestro antes citado. “La práctica es como poner una hoja de papel de arroz sobre otra, poco a poco y con el tiempo lograremos que la pila de hojas aumente”.
Perseverancia y método correcto, esos son los verdaderos secretos de nuestro Arte.

Así que desde aquí animo a todos los practicantes de Tai Chi Chuan a seguir en el CAMINO.
No importa donde lleguemos.

Saludos cordiales,