domingo, 6 de marzo de 2011

Reflexiones sobre Tai Chi

Por lo general la mayoría de las personas encaran cada día, sin tener un minuto para uno mismo.
Vamos siempre a toda prisa. Hacemos una cosa, pero nuestra mente esta pensando en otra. En qué es lo que he dejado de hacer, en cual tengo que hacer después, de tal manera que nunca o casi nunca estamos en el AHORA por que siempre estamos, mirando hacia atrás o mirando hacia delante.

Tai Chi nos propone otra manera de afrontar cada día. Nos enseña que debemos auto-explorarnos y vigilarnos constantemente, porque solo de esa manera seremos conscientes de las señales que nos envía nuestro cuerpo. Aquellas a las que nunca prestamos atención, excepto cuando viene un problema serio. Es entonces cuando nos lamentamos de nuestra mala suerte.
En Tai Chi una parte importante de su practica consiste, en estar alerta, siempre presente en el AHORA, siempre chequeando y vigilando nuestro cuerpo, siempre relajando nuestra mente, de tal manera que nuestro cuerpo se hace un verdadero universo de sensaciones corporales.
Así seremos capaces de sentir donde estamos más rígidos, donde hace falta relajación, cuándo se nos queda la respiración entrecortada y cuándo tensamos la musculatura. Puedo notar como se ablanda y se relaja totalmente mi cuerpo, de tal manera que siempre puedo estar más relajado, siempre puedo explorar más profundamente, y notar como algunas partes u órganos, de los cuales no era consciente, empiezan a despertar y empiezo a saber interpretar las señales que envían.
Así con “la practica” mi cuerpo se desatasca y se desarrolla. Puedo notar como hay alimentos que me apetecen mas que antes, o que determinados comportamientos sociales dejan de apetecerme (fumar, dietas insanas, etc.) o que hay cosas que me resultan mucho más placenteras porque simplemente las disfruto más, estoy más presente en ellas que antes.

Tai Chi es un método de acercarse a uno mismo, sin puentes ni murallas.
Debemos aprender a dejar de lado, armaduras y corazas que nos aíslan del exterior. Solamente soltando, relajando, podemos aspirar a lo que nos propone esta filosofía de vida.
El verdadero adversario, la verdadera lucha esta dentro de uno mismo. Decía un gran maestro de este Arte:
“Cuanto más te relajes, menos miedo tendrás. No importa lo que suceda a tu lado, se puede hundir el mercado bursátil, puede que pierdas todas tus pertenencias, sobre todo ello, nada puedes hacer, lo único de lo que eres totalmente responsable es de la respuesta que des a todas esos acontecimientos. Solo relájate.”

Y que decir del empuje de manos, si ya es difícil relajarse, dejar que los principios del Tai Chi funcionen en solitario, cuando lo hacemos en pareja...
Otra vez volvemos a empezar. A soltar, y relajar, a olvidarnos de nuestro compañero de practica, a no pensar que técnica queremos hacer o que nos va a hacer. Solo debemos estar AHÍ relajándonos, olvidándonos de que tenemos alguien enfrente.
El camino de un practicante de Tai Chi, es siempre complejo. Cuando conseguimos algo, cuando creemos que “lo tenemos” siempre aparece un compañero, o una nueva situación personal, ante la cual nos tensamos. Entonces debemos revisar todo otra vez y vuelta a empezar.
Pero en todos esos momentos, siempre se crece y todo ello va dejando en nuestra “practica” esas pequeñas gotas de sabiduría, que hace que nuestra progresión vaya adelante.
Lo principal en esos casos es no desanimarse y ver siempre de donde venimos, donde estamos en este momento, y donde queremos ir.

Decia el gran Maestro antes citado. “La práctica es como poner una hoja de papel de arroz sobre otra, poco a poco y con el tiempo lograremos que la pila de hojas aumente”.
Perseverancia y método correcto, esos son los verdaderos secretos de nuestro Arte.

Así que desde aquí animo a todos los practicantes de Tai Chi Chuan a seguir en el CAMINO.
No importa donde lleguemos.

Saludos cordiales,

No hay comentarios:

Publicar un comentario